Llego a Formentera el verano de 2015, mi primer impulso es descubrir la isla a través de la acuarela con el objetivo de entender los azules, el movimiento, la transparencia, el fenómeno de paraíso como lugar de vacaciones… Este proceso de dos años fué lo que  me llevó  a “De Dalt a Baix”.

En un momento entendí que había que cambiar la perspectiva para huir del paisaje formal, para poder reflejar las texturas, las sombras proyectadas,  las transparencias que tanto me fascinaban. Como resultado surgió una colección de pinturas hechas en acrílico en su mayoría y alguna acuarela,  nació un trabajo de experimentación pictórica, búsqueda de texturas, de posibles miradas, de ausencia, de rotundidad.  Las vistas aéreas, las masas de color, el vacío, la sutileza del detalle visto desde la lejanía són actualmente los pilares en mi manera de representar la isla.

Artículos en los que aparece la exposición:

«La isla vista por todo lo alto en una propuesta pictórica diferente». Enlace aquí.

«Variaciones a vista de pájaro sobre el color turquesa de Formentera». Enlace aquí.

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